La lectura del artículo nos deja en claro dos cosas: NO PUEDE HABER EDUCACION SIN COMUNICACIÓN y NO PUEDE HABER COMUNICACIÓN Y EDUCACION SIN UN DIALOGO CONSTATE RETROALIMENTATIVO ENTRE EL ALUMNO Y EL DOCENTE.
La comunicación dentro del aula debe ser una acción bidireccional, ya que de lo contrario se convertiría en un monólogo, dictado por un conferencista que no permite: la pregunta, el diálogo, la interacción, y que no interesa y adormece al auditorio con su perorata.
Los tiempos cambian, los entornos educativos cambian, la tecnología avanza a pasos agigantados (dejándonos muy pero muy atrasados), pero y, ¿nosotros los docentes no cambiamos?
Hay compañeros que no quieren participar por el trabajo extra que este curso implica y que implica la RIEMS, y siguen con su misma forma de enseñar y de ser, no tratan de darle un giro a su actividad académica, al tratar de hacer más atractiva su explicación, involucrando al alumno, invitándolo a participar con sus puntos de vista, con sus investigaciones, y a la vez, logrando con esto, que el conocimiento sea interactivo y se quede con el alumno.
Un conocimiento que nada más se vierte sobre un alumno, es como si al sembrar sembrásemos sobre piedras o desierto; en donde es posible que si existe algo de tierra una semilla eche raíz, pero y, con las demás que pasa, se secan y no hay frutos, no se multiplica. Y esto al final de cuentas como docentes, es lo que nos debe importar, que el conocimiento y los saberes que ofrecemos a los alumnos día a día den su fruto, al lograr que nuestros alumnos se interesen en: leer, investigar, analizar, modificar, redescubrir, participar, crecer como personas productivas en su beneficio personal y de la comunidad en la que viven, que sean críticos y analíticos al multiplicar y enriquecer con sus propios saberes el conocimiento que nosotros le ofrecimos .
El párrafo citado de la Maestra Ferreiro, es muy ilustrativo, pero yo añadiría aquí: “Que inclusive si tenemos el más moderno equipo, el más sofisticado, el más caro, de nada sirven si no sabe como obtener de él su máximo rendimiento”, y haciendo la analogía con el alumno: “Si no sabe como explotar su potencial interno, como hacerlo crecer, como integrarse y convivir con la sociedad en la que se desenvuelve, si no tiene un plan de vida y una meta por conseguir, de nada servirá nuestro trabajo en las aulas”.Los docentes como educadores en cualquier nivel del sistema, tenemos un compromiso muy grande, trabajamos con seres humanos, no con máquinas, o con sistemas acabados.
La comunicación dentro del aula debe ser una acción bidireccional, ya que de lo contrario se convertiría en un monólogo, dictado por un conferencista que no permite: la pregunta, el diálogo, la interacción, y que no interesa y adormece al auditorio con su perorata.
Los tiempos cambian, los entornos educativos cambian, la tecnología avanza a pasos agigantados (dejándonos muy pero muy atrasados), pero y, ¿nosotros los docentes no cambiamos?
Hay compañeros que no quieren participar por el trabajo extra que este curso implica y que implica la RIEMS, y siguen con su misma forma de enseñar y de ser, no tratan de darle un giro a su actividad académica, al tratar de hacer más atractiva su explicación, involucrando al alumno, invitándolo a participar con sus puntos de vista, con sus investigaciones, y a la vez, logrando con esto, que el conocimiento sea interactivo y se quede con el alumno.
Un conocimiento que nada más se vierte sobre un alumno, es como si al sembrar sembrásemos sobre piedras o desierto; en donde es posible que si existe algo de tierra una semilla eche raíz, pero y, con las demás que pasa, se secan y no hay frutos, no se multiplica. Y esto al final de cuentas como docentes, es lo que nos debe importar, que el conocimiento y los saberes que ofrecemos a los alumnos día a día den su fruto, al lograr que nuestros alumnos se interesen en: leer, investigar, analizar, modificar, redescubrir, participar, crecer como personas productivas en su beneficio personal y de la comunidad en la que viven, que sean críticos y analíticos al multiplicar y enriquecer con sus propios saberes el conocimiento que nosotros le ofrecimos .
El párrafo citado de la Maestra Ferreiro, es muy ilustrativo, pero yo añadiría aquí: “Que inclusive si tenemos el más moderno equipo, el más sofisticado, el más caro, de nada sirven si no sabe como obtener de él su máximo rendimiento”, y haciendo la analogía con el alumno: “Si no sabe como explotar su potencial interno, como hacerlo crecer, como integrarse y convivir con la sociedad en la que se desenvuelve, si no tiene un plan de vida y una meta por conseguir, de nada servirá nuestro trabajo en las aulas”.Los docentes como educadores en cualquier nivel del sistema, tenemos un compromiso muy grande, trabajamos con seres humanos, no con máquinas, o con sistemas acabados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario